sábado, febrero 25, 2012

Expectativas

Hay amores peligrosos de esos que inician con mucha intensidad, sin pudores, como un huracán que lo arrasa todo, con mucha libertad y en todos los escenarios, sin reproches, ni recelos, de esos que uno subestima desde el inicio, negándose incluso a ponerle fecha de aniversario porque los considera relaciones pasajeras, por lo tanto no vale la molestia, no se espera una flor cada mes, son relaciones no convencionales, tienen un tiempo de caducidad, y está bien, quizá eso las hace más atractivas, la única regla es compartir un momento, un té piteado, una noche. Pasar tiempo juntos es suficiente, hay energía positiva alrededor.

El primer día que decidimos andar juntos un poco en serio, un poco en broma, pusimos reglas como evitar las expectativas, sin reproches, sin compromisos, pensé que daba igual que dure unas horas o un par de semanas. No hubo promesas, ni tarjetitas hechas a mano cada mes, quizá entre líneas se entendía que el amor sobraba y en esa ocasión también estorbaba.

Haciendo un repaso en el tiempo no puedo precisar con exactitud dónde, ni cómo comenzó todo, o la forma insidiosa en que lo insustancial se fue haciendo más serio, lo transparente empezó a tomar color y forma.

De esas relaciones peligrosas que ingresan a tus pupilas y a tus fibras más intimas, se apropian de tus días y sin que lo adviertas se hacen imprescindibles en tu vida, escuchar su voz se hace una necesidad imperiosa, sientes que todo fluye, aunque lo hayas evitado te sientes total e irremediablemente enamorada.

Pronto sin advertirlo te encuentras en medio de un torbellino de emociones contradictorias, empiezas a darle mucha importancia, te llenas de expectativas, y aunque te esfuerces es inevitable pensar en un futuro.

Pronto empiezan los conflictos, porque parece que todo se torna más realista, empiezas a ver los detalles que antes no te interesaban, empiezan los cuestionamientos, los reproches,los sentimientos de pertenecía y la imposición de reglas.

Sin embargo es importante no perder de vista el norte, no quiero un amor plastificado, quiero que mantengas tu autonomía para elegir lo mejor para tu vida, todo en equilibrio, sin olvidar poner los pies sobre la tierra.

Olvidé como empezó todo, y empiezo a cometer viejos errores, olvidé que eres tan independiente como yo, que sabes lo que haces, y por eso te respeto y quiero, tienes mucho que enseñarme, sé que eres más responsable de lo que creo y quizá lo que más me guste es lo diferente que eres de mi, ¿será por eso que me te extraño tanto?.

Olvidé que me haces falta, que el camino está lleno de miedos y espinas, no es fácil para ambos, pero si me acompaña tu abrazo y tu mirada, todo se haría más fácil, y terminaría dándole sentido a mis expectativas.