Al despedirte en ese terminal terrestre frío y sin gracia, luego de un infructuoso abrazo, me quede como "vacía" nuevamente, una sensación muy familiar últimamente, el regreso a casa fue rápido como si procurara alejarme del bus que te llevaba lejos de mí, otra vez, por que me da la sensación de que "lo nuestro" nace y muere en la puerta de embarque de algún terminal. Con la mirada perdida entre las luces y los autos trataba de no pensar, de no traer ninguna imagen tuya al recuerdo, así será más fácil todo, me repito.
Últimamente parece que la vida anda probando la coraza que puedo ofrecerle al mundo, que detrás de esa sonrisa nerviosa hay una chica fuerte, y a pesar de pérdidas irreparables y aunque este a pedacitos por dentro, tratará de hacer imperceptible lo obvio, porque así es mejor, duele menos y la vida va a continuar lo quiera o no.
Nada en este mundo me preparó para tantos acontecimientos juntos, me parece que no te lo dije entre el desasosiego y el pánico, pero realmente aprecié tu compañía en uno de los momentos más difíciles de mi vida, y una aprende a vivir con algunas cicatrices, con el tiempo ya no duelen tanto, pero te dejan marcada, como para recordar el dolor que sentiste alguna vez, pero también te grita a la memoria que todo pasa y esto también pasará.
