domingo, febrero 26, 2012

Catarsis

Necesito algunos cambios, no es prudente seguir dandome golpes contra la pared, y pedirle peras al olmo.
Pasó lo que tenía que pasar, y fue por algo, ahora no lo entiendo, pero estoy segura que será para mejor.
No es fácil empacar tus cosas, resetear el corazón y seguir, sin embargo es una obligación.
Hay mucho aprendizaje, no hay culpables, simplemente no funcionó, no bastaron las buenas intenciones.
Ahora lo importante es seguir, con el corazón reencauchado, pero seguir, no me puedo deprimir, no es saludable, no es sensato.
En este momento todo se ve muy complicado, pero va a pasar, siempre pasa, y hay toda una eternidad por delante.

sábado, febrero 25, 2012

Expectativas

Hay amores peligrosos de esos que inician con mucha intensidad, sin pudores, como un huracán que lo arrasa todo, con mucha libertad y en todos los escenarios, sin reproches, ni recelos, de esos que uno subestima desde el inicio, negándose incluso a ponerle fecha de aniversario porque los considera relaciones pasajeras, por lo tanto no vale la molestia, no se espera una flor cada mes, son relaciones no convencionales, tienen un tiempo de caducidad, y está bien, quizá eso las hace más atractivas, la única regla es compartir un momento, un té piteado, una noche. Pasar tiempo juntos es suficiente, hay energía positiva alrededor.

El primer día que decidimos andar juntos un poco en serio, un poco en broma, pusimos reglas como evitar las expectativas, sin reproches, sin compromisos, pensé que daba igual que dure unas horas o un par de semanas. No hubo promesas, ni tarjetitas hechas a mano cada mes, quizá entre líneas se entendía que el amor sobraba y en esa ocasión también estorbaba.

Haciendo un repaso en el tiempo no puedo precisar con exactitud dónde, ni cómo comenzó todo, o la forma insidiosa en que lo insustancial se fue haciendo más serio, lo transparente empezó a tomar color y forma.

De esas relaciones peligrosas que ingresan a tus pupilas y a tus fibras más intimas, se apropian de tus días y sin que lo adviertas se hacen imprescindibles en tu vida, escuchar su voz se hace una necesidad imperiosa, sientes que todo fluye, aunque lo hayas evitado te sientes total e irremediablemente enamorada.

Pronto sin advertirlo te encuentras en medio de un torbellino de emociones contradictorias, empiezas a darle mucha importancia, te llenas de expectativas, y aunque te esfuerces es inevitable pensar en un futuro.

Pronto empiezan los conflictos, porque parece que todo se torna más realista, empiezas a ver los detalles que antes no te interesaban, empiezan los cuestionamientos, los reproches,los sentimientos de pertenecía y la imposición de reglas.

Sin embargo es importante no perder de vista el norte, no quiero un amor plastificado, quiero que mantengas tu autonomía para elegir lo mejor para tu vida, todo en equilibrio, sin olvidar poner los pies sobre la tierra.

Olvidé como empezó todo, y empiezo a cometer viejos errores, olvidé que eres tan independiente como yo, que sabes lo que haces, y por eso te respeto y quiero, tienes mucho que enseñarme, sé que eres más responsable de lo que creo y quizá lo que más me guste es lo diferente que eres de mi, ¿será por eso que me te extraño tanto?.

Olvidé que me haces falta, que el camino está lleno de miedos y espinas, no es fácil para ambos, pero si me acompaña tu abrazo y tu mirada, todo se haría más fácil, y terminaría dándole sentido a mis expectativas.


lunes, febrero 13, 2012

ILUSA

El día de ayer por la madrugada mientras me empeñaba por luchar contra mi ritmo circadiano habitual debido a una madrugada previa de baile y algo de cerveza, me encontré leyendo ávidamente las últimas páginas de mi querido libro El lobo estepario. Cuando recibí una llamada, tras el auricular una voz familiar con algunas copas de más.
Después de increparme su falta de confianza, me puso en manifiesto la posibilidad de que en alguna salida furtiva conociera al “hombre de mi vida”, entiendo que el alcohol desinhibe nuestras ideas, y libera fantasmas de inseguridad, no obstante me esmeré por buscar las palabras apropiadas para expresar lo que él sabe y quizá sólo quiera escuchar una vez más entre la borrachera y la soledad de su habitación, que por ahora mi corazón y mente apuntan a una sola dirección, hacia él.
Sin embargo al despedirme una idea aún pululaba entre desvaríos nocturnos. La idea de conocer al hombre de mi vida o en su defecto mi compañero de turno a la mujer de su vida. Todo es posible, sin embargo no creo que sea tan fácil como observar a una persona, sentir química, física y todo lo demás sentir un flechazo, dibujar un par de corazones en las pupilas tras un hondo suspiro y pensar que se trata del hombre de mi vida.
Al menos como creí entender de sus palabras, creo que para dar a un extraño semejante denominación, hay que recorrer mucho trecho y no pecar de impetuosidad. Primero para que dicha frase no suene a una simple quimera deberían pasar muchos años, un par de décadas despertando con la misma persona, caminando de la mano a través de momentos de dicha, conflictos e incertidumbre, y cuando pinten las canas, la piel pierda la tersura de la juventud, exprese arrugas y líneas de expresión como resultado de la suma de sonrisas, enojos, preocupaciones de toda una vida al lado de tu compañero de vida.
Al regresar a casa y encontrar la sonrisa de siempre, los abrazos tibios testigos de mil noches de pasión y refugio de tristezas, al reencontrarse con la poseedora de las palabras adecuadas, cuando se sienta que el amor permanece intacto, claro sin los apasionamientos de la juventud, sino más bien encendido por un amor más tranquilo, seguro, fuerte, que ha aprendido a madurar con los años tomando diferentes formas pero siempre presente, se podría encontrar uno entonces con una persona que en toda su expresión e individualidad representa el hogar, donde uno siempre puede y quiere regresar. Entonces y sólo entonces se podrá decir sin temor a equivocarse que disfruto de la dicha de conocer a la mujer o al hombre de su vida.


viernes, febrero 03, 2012

DEJA VU

Mientras el caos reina a mi alrededor, ando despacio sin perder el rítmo, aún sigo aturdida después de los cambios que sufre mi vida, mis ideas y planes.
Todo suena muy interesante, sin embargo hay mucho que depende de mi, porque la ley del mínimo esfuerzo no aplica en esta ocasión, y aunque me encantaría empezar a volar, necesito poner fuertemente los pies sobre la tierra, finalmente ya falta muy poco para el gran desenlace y todo puede pasar.
En este momento no me molesta la soledad, por el contrario siento que necesito algo de silencio en mi vida, hay que organizarlo todo de nuevo, reevaluar algunas propuestas y regresar al camino, así que a priorizar se ha dicho!!.