domingo, setiembre 24, 2006

Leyes de Murphy


Lo más probable es que nunca hayas oído hablar de las “leyes de murphy” pero todos hemos sufrido alguna vez sus proféticas frases. para los curiosos, aquí las explicaciones de esos "pequeños incidentes" desde el punto de vista del maestro Murphy

¿Quién fue este Murphy a quien se deben estas leyes de naturaleza tan pesimista?. Pues se trata de Edward A. Murphy, Jr., nacido en 1917, quien trabajó como ingeniero de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, investigando los efectos de la desaceleración en los pilotos.Se cuenta que uno de estos experimentos, realizado en 1946, debían colocarse 16 sensores a un piloto de pruebas. Al efectuarse la prueba, los instrumentos no registraron nada. Murphy descubrió, entonces, que todos y cada uno de los sensores habían sido mal conectados, y pronunció la forma original de la primera ley de Murphy: "Si hay dos o más maneras de hacer algo, y una de ellas puede resultar en desastre, entonces alguien lo hará". Esta frase fue luego difundida en una conferencia de prensa y, desde entonces, para todo el mundo la Ley de Murphy pasó a ser la máxima expresión del pesimismo.
En un principio las leyes de Murphy se dictaron con carácter general, pero pronto se extendieron a todas las áreas del quehacer humano, y van incrementándose día a día.


Murphy en la medicina...

  • Cuando repases tus apuntes antes de un examen, te darás cuenta de que lo más importante es ilegible.
  • Cuanto más hayas estudiado para un examen, menos seguro estarás de cuál es la respuesta que te piden.
  • El 80 por 100 del examen final está extraído de la clase a la que faltaste y del libro que no has leído.
  • La noche antes del parcial de Fisiología, el profesor de Histología te mandará que leas doscientas páginas sobre el tejido óseo.
  • Todos los profesores dan por sentado que lo único que tú tiene que hacer es estudiar su asignatura
  • Si tienes que hacer un examen en el que se pueden usar libros, se te olvidará llevarlos.
  • Al final de curso te acordarás de que te habías matriculado en una asignatura... y nunca has ido a clase.
  • Si la asignatura que más te apetecía hacer tenía un número límite de "n" estudiantes, tú serás el número n+1 que solicitó matricularse.
  • Los horarios se elaboran con el único objetivo que los estudiantes pierdan el máximo tiempo posible entre las clases.
  • Si, por casualidad, consigues tener dos clases seguidas, se impartirán en los dos edificios más distantes de todo el recinto universitario.
  • Si para hacer una asignatura que te apetece mucho, necesitas estudiar otra previamente, esta última sólo se ofrecerá durante el semestre siguiente a la que deseas.