domingo, octubre 12, 2008

INTIMIDANDO CON LA GATA

Conforme avanza el tiempo, gano una valentía inusitada, una fuerza interna que me permite expresar mis sentimientos y emociones que resguardaba y acorazaba entre las viceras.

Me reconozco una mujer sensible, llorona, soy impulsiva por vicio, me preocupo mucho, muchisimo por la gente que logra entrar a mi corazón al punto de que puedo olvidar mis propios conflictos y convertirme en una psiquiatra, una madre, una hermana, una amiga tratando de ver que los problemas más incapacitantes pesan menos si se comparten con unos ojos amigos.

Claro sin dejar de lado los vicios que arrastro. Este post fue escrito después de hablar con mi madre, sobre mi estado actual, ella es un verdadero tesoro, muy dinámica toda ella, capaz de tranmitir toda su energía con una caracajada, y la fuerza en sus manos es impresionante aveces pienso que me hubiera gustado heredar un poquito de su carácter, y su facilidad para reírse de los problemas.
pero no todo es perfecto y nunca nos dio pie a tener una conversión profunda, osea siempre entra a tallar su papel de madre y muy poco o casi nada el de amiga o confidente.

Si supiera todo lo que pasa por esta cabecita, lo que hace esta señorita, y lo que la hace feliz. lo sospecha (lo sé) y yo cada vez me hago más conchuda siguiendo sus consejos, ando "aprendiendo a chapuzear sobre el lodo".